Todo lo que necesita es un paquete de malvaviscos simples, diferentes sabores de gelatina y un tazón de agua y una bolsa Ziploc para cada sabor.
Vierta su gelatina en polvo en una bolsa, sumerja su malvavisco en el agua y luego tírelo en la bolsa para que todo quede cubierto. Luego retíralo y déjalo secar. ¡Es tan fácil como eso! Repite esto tantas veces como quieras con tantos sabores diferentes como quieras. Se ensucia un poco: el colorante de gelatina puede manchar tu piel y será necesario un fregado furioso para quitarlo, por lo que recomiendo usar guantes o usar una herramienta para evitar las manos de arco iris.
Después de aproximadamente dos horas de secado, tendrá una variedad de malvaviscos con sabor a frutas maravillosamente coloridos que tienen ese agradable toque crujiente en el exterior.