Ves sus fotos todos los días en las noticias. Los fotoperiodistas nos traen las imágenes visuales de una historia que respaldan las palabras de un escritor. Están ahí para cubrir eventos importantes, mostrar los rostros detrás de los titulares y, a menudo, nos obligan a sentir que somos parte de la escena.
¿Qué es el fotoperiodismo?
El fotoperiodismo comenzó a tomar forma cuando los fotógrafos podían transportar fácilmente las cámaras a las zonas de guerra. Por primera vez, los ciudadanos comunes pudieron ver el impacto de los combates allí mismo en su periódico. Fue un momento crucial en la fotografía y se volvió cada vez más real entre la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, el fotoperiodismo no se trata solo de la guerra o de los fotógrafos que trabajan al ritmo de un periódico local. Es mucho más que eso. El fotoperiodismo cuenta una historia y, a menudo, lo hace en una sola fotografía. Piense en las fotos de Dorothea Lange de la era de la Depresión o en las famosas fotos de Mickey Mantle bateando jonrones. Evocan un sentimiento, ya sea asombro, empatía, tristeza o alegría.
Esa es la marca del fotoperiodismo; para capturar ese momento único en el tiempo y darles a los espectadores la sensación de que son parte de él.
La historia en una sola toma
En pocas palabras, el fotoperiodismo se trata de capturar verbos. Esto no significa simplemente tomar una foto de acción. Comunicar el verbo es mucho más que eso. Las historias se capturan en rodajas mientras el fotoperiodismo se esfuerza por transmitir lo que está sucediendo en una sola toma.
Aunque es genial cuando sucede, el fotoperiodismo no se trata de la mejor composición, ni de los mejores detalles técnicos, ni de un tema bonito. El fotoperiodismo se trata de mostrar al mundo una historia de algo que realmente sucedió. "Dar testimonio" es una frase que me viene a la mente en lo que respecta al fotoperiodismo.
El fotoperiodismo permite que el mundo vea a través de los ojos del fotógrafo por un momento. Cuando el fotoperiodismo se hace bien, ese momento transmite una gran cantidad de tiempo. Transmitir la historia completa es parte del retrato ambiental donde el escenario nos dice tanto sobre el tema como sobre el tema mismo.
La emoción suele ser cruda en el fotoperiodismo. El fotógrafo no dirige la escena como lo haría un retrato o un fotógrafo comercial. En cambio, los mejores se mezclan con el fondo y se convierten en una figura de sombra (a diferencia de los paparazzi). Están ahí para observar y capturar, no para convertirse en la historia o interrumpirla.
Es esta actitud, el enfoque de "soy un mero observador", lo que permite a los sujetos del periodista no reaccionar ante la cámara, sino ser ellos mismos. El fotoperiodista tiene una actitud diferente a la de otros fotógrafos y es necesario capturar esas fotos memorables. Muy a menudo, esa única foto puede convertirse en una llamada a la acción para los millones de personas que la ven.
Ética en el fotoperiodismo
Otra parte de vital importancia del fotoperiodismo es la precisión. Esto significa que lo que está en el cuadro es lo que sucedió. El fotoperiodista está éticamente obligado a no cambiar la historia (aunque muchos no alcanzan este ideal).
Las líneas eléctricas no deben clonarse. No se debe agregar más humo a la escena de un incendio. Lo que se capturó es cómo debería ser. Lamentablemente, la era de la fotografía digital ha hecho que manipular la realidad sea más fácil que nunca.
La imagen debe ser una ventana al evento. A lo sumo, aclara un toque las sombras para ver caras o enfoca un poco la imagen para mayor claridad pero no cambies la esencia de lo que capturas en la foto. Si lo hace, cambia la historia.